Photo by Megan Burks, Speak City Heights
Imagina un invernadero. Paredes de vidrio cubiertas por un techo de vidrio. Ahora coloca una alberca adentro. Así luce el centro acuático del nuevo YMCA Copley-Price Family, lo que plantea un problema para los miembros musulmanes del gimnasio.
El Equipo de Apoyo Mujeres Unidas de África Oriental se reunió con el personal del YMCA porque las modernas instalaciones no brindan a las mujeres musulmanas suficiente privacidad para nadar.
La alberca del antiguo YMCA Copley Family de la Calle Landis permanecía abierta después de horas para que las mujeres musulmanas pudieran tener privacidad porque no se sentían cómodas nadando frente a hombres. Las devotas musulmanas se visten modestamente e incluso los vestidos de baño musulmanes que cubren sus extremidades y cabeza pueden hacer que algunas mujeres se sientan incómodas cuando están presentes hombres y mujeres.
Aunque las clases para las mujeres musulmanas en el nuevo YMCA se llevan a cabo al cerrar las instalaciones, la nueva alberca es parcialmente visible desde la calle y las áreas comunes.
“Tenía la esperanza de que fuera un poco más privada”, dijo Amina Sheik Mohamed, gerente del Centro de Salud Comunitaria de UC San Diego.
Las mujeres están pensando reunir sus fondos o encontrar un donante que pague por cortinas retráctiles para la pared más expuesta.
Faduma Adam Haji, de 16 años, dijo que es importante encontrar una solución.
“Es un lugar en donde podemos relajarnos”, dijo Haji. “En lo que respecta al ejercicio, especialmente las mamás, no se ejercitan lo suficiente. A veces es el único lugar en el que podemos ejercitarnos y nos ahorra mucho en materia de salud.”
Andrew Holets, Director de Difusión Comunitaria del YMCA Copley-Price Family dijo que el YMCA se esforzó por tomar en cuenta la diversidad de los residentes de City Heights al planificar las nuevas instalaciones. Cuenta con una cocina para uso de varios grupos comunitarios que se reúnen regularmente para promover la gastronomía saludable. Están añadiendo una liga de baloncesto para los devotos de una sinagoga ortodoxa cercana. Además, están continuando con la Noche Familiar Somalí que se llevaba a cabo en la antigua instalación para ayudar a los taxistas a ejercitarse después de sus largas horas de trabajo.
“Es realmente un epicentro de diversidad en San Diego”, dijo Holets. “Hay muchas personas de muchos lugares distintos y el Y es para todos. Queremos asegurarnos de que nuestros programas reflejen esta diversidad.”